Espejito, espejito

He encontrado el espejo en el que NO quiero mirarme. Y me ha dado un montón de fuerzas.
Es tan grande su poder, que ha llevado a cambiar radicalmente mi estilo de vida estos días. Con suerte, seguiré así el resto de mi vida y habré puesto timón a todo.
¡Gracias de verdad, persona de mi entorno por servirme de referencia! ¡Haré todo lo posible por no ser tan miserable como tú!

Enfado

Estoy enfadada. Creo que conmigo misma, pero todavía tengo que meditarlo.

También con la gente. Parece que cuando estás mal es cuando más cuenta te das de quién tienes al lado. Y  ¿quién tengo al lado?: pues básicamente a mí misma. Es sorprendente cuánta gente de mi familia y todavía más sorprendente cuánta gente de mi entorno se ha preocupado por mí. No me refiero ya a estos 3 días que he pasado metida en casa con mareos, náuseas, dolor de cabeza y desvaríos febriles, hablo de en el último año, que lo he pasado la verdad es que FATAL. Me sobran los dedos de las dos manos para contar cuánta gente me ha ayudado no sólo cuando lo necesitaba, sino cuando lo he pedido. Y es muy triste de pedir. 

En fin, que cada uno haga sus notas aparte en una libretita y se anote esto en mi cuenta de cosas a devolver. No pienso comerme la cabeza por nadie más.

Y por cierto, a los hombres, que taaaaaan poco les importa el físico y que son capaces de acostarse conmigo una noche y decirme lo maravillosa que soy "poscoito, aclaremos", solo me queda decirles que la venganza se sirve en plato muy frío. Y el mío lleva rato en la nevera.

Ah, y ya veré lo que hago con el cubano, porque hoy veo las cosas de tal manera (y sé que yo misma soy una contradicción) que lo más posible es que le ayude a salir de esa mierda de vida que le obligan a llevar encerrado en la isla.

Cartas desde Cuba 2

Bolboreta ha vuelto a Cuba. En este caso, para la boda de Chou. Sí, Chou se ha casado. Ha sido la primera ¡quién lo iba a decir! (bueno sí, es algo que preveíamos, pero que nadie podría haberlo asegurado).

He tenido unas divertidísimas y merecidísimas vacaciones donde me han pasado muchas cosas. Lo que más me importa a mí es que, después del turco, me he desquitado con 2 hombres. Un cubano y un marroquí. Parece que vaya recolectando nacionalidades, pero no. No ha sido premeditado. Bueno, lo del cubano un poco porque Chou no paraba de decirme que tenía que “probar a un negro” (con todo el buen sentido de la palabra, que Mr. Chou es muy moreno de piel). Y como estaba un poco salida ... salida no es la palabra, porque decir salida cuando llevas como 5 meses sin y estás en la cúspide de tu vida sexual (que lo he leído por ahí), pues no sería. Pero sí que es cierto, pensé con la cantidad de hombres guapos que hay en Cuba, ¿por qué no? Y metí condones en mi maleta por primera vez.

Llegamos un sábado por la noche y el miércoles estaba yo en Trinidad conociendo a mi Carlos Alfredo*. Que me sedujo con un: "Where are you from?" "Española", sus cejas depiladas (tanto, que  me ha dado vergüenza y me he depilado más las mías, como en los viejos tiempos) y su cara de niño. No tan niño, no vayamos a confundir esto con lo de Sánchez Dragó, que a una le gustan jóvenes, pero nunca se ha liado con un menor de edad. A mí me encantan los chicos que no parecen viejunos y los chicos con barbita de tres días. Bueno, ahora creo que mi horquilla ha sido ampliada a límites insospechados. Pero eso, otro día.

El caso es que Carlos Alfredo es negro. Chocolate, según él. No porque lo haya dicho yo, que ha sido él. Tiene unos ojos muy bonitos, un pelo muy rizado un poquito a lo afro. Por supuesto, tiene unos labios muy esponjosos y unos dientes blanquísimos y perfectos. Además, a medida que hablamos, me dí cuenta de que tenía un piercing en la lengua. Desde que Carlos me dejara antes de que se le curase el piercing que se acababa de hacer, tenía la espinita clavada. Claro que tengo amigas que lo han tenido, pero nunca me ha gustado eso de besar a una amiga simplemente para ver "cómo es". Llamadme rara, pero soy completamente heterosexual. Hasta hace poco, que no estaba en el clímax de mi vida sexual, pensaba de hecho, que era asexuada.

Estoy pensando cómo difiere esta narración de las que hace Petrarca de Laura. Pero qué le vamos a hacer, una no es tan poética, ni la relación lo ha sido. Por cierto, Petrarca: tus entradas a Laura sobrepasan a las entradas en cualquier otra categoría, ejem, ejem...

A lo que iba. Que el bueno de Carlos Alfredo venga a darme el coñazo. No en plan pesado, no. La verdad es que es majo, pero es que una estaba a los mojitos  y a salírseme los ojos de ver cómo bailaban los lugareño smás que al romance. Madre mía, ¡qué arte! si naces en Cuba, es imposible no bailar bien. Todo el día música, en cada esquina gente tocando, en cada bar, bailando. No hombre, yo no bailo, que me da vergüenza. Y menos aquí una plaza pública. "Pero entonces, vamos a la discoteca y bailas conmigo reggaeton, que es lo que a mí me gusta". Por cierto, que he vuelto hasta un poco seguidora del reggaeton y no por Carlos Alfredo, es que he descubierto otro más interesante que el colombiano y con hombres guapísimos cantándolo.

(...)

* nombre ficticio para preservar su intimidad.

Estoy a muy poquito de querer iniciar una relación con el primero que aparezca. Yo. Con lo que he sido.

Cartas desde Cuba

 Hola  mi corason no te preocupes que todo esta bien discurpame  mi amor

sito que no te a bia respondido el correo porque no tenia sufisiente

dinero para escribirte tube que pedirselo a un amigo mio pero no te

preocupes que todo esta bien nene conmigo no tengas pena que yo te

entendi yo queria que tu te quedaras con migo por mi parte mi familia

esta con tenta que tu estes con migo pero a labes esta triste porque te

querian conoser pero no te preocupes que yo tanbien estoy agradesido por

aberme en contrado una chica tan linda como tu espero que tu sigas

comunicandote conmigo un besote grande te quiero mucho  un

besoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Tengo un novio y no lo sabía. Mañana lo cuento TODO.

De verdad que este blog no va a morir, lo prometo. Mis ganas de actualizar se deben a muchos acontecimientos que me han tenido muy atareada. Resumiendo muy mucho: he sufrido una especie de crisis de ansiedad causada por la soledad en esta ciudad y el estrés del trabajo, de la mudanza, de la muerte de L... Mi mudanza ha durado como dos meses. He llevado todas mis cosas a un almacén (tengo más cosas que una familia entera, demostrado) porque tenía que dejar mi casa un domingo y hasta el sábado siguiente no me daban las llaves de la nueva casa. Nueva casa que yo solita busqué, nueva casa con 6 habitaciones que había que llenar de gente. No sólo esto, si no que mientras esperaba a que me dieran las llaves, yo estuve en Glastonbury, en el 40 aniversario. En principio iba gratis a disfrutar de los grupos y de paso a trabajar. Nada menos que en una caravana de helados. Y resulta que trabajé tanto, tantas horas, que no tuve ni fuerzas para ver a muchos grupos. Caminar hasta los escenarios era un suplicio con 16 horas de trabajo a las espaldas. Eso sí, a la vuelta, aparte de cobrar 600 libras, puse la música de la caravana y me quedé con todo el mundo: seguridad, niños en los atascos de la autopista... Sí, sí, porque también conduje la camioneta con un helado de cucurucho en cada lado del frente.

Luego volví a estrenar la nueva casa y compré una nueva compañera para Y. Lola. Mi progenitora tuvo que venir a ayudarme con la mudanza, porque toqué fondo el último día en mi otro piso, cuando choqué con un pavo bastante chungo que me amenazó y fue a buscarme a mi antigua casa. 

Y mientras momó estaba aquí, Y. murió. Fue el fin. No soy buena madre.

4 años

En teoría, es el tiempo que se tarda, de media, en salir de una relación seria y empezar otra. Yo llevo 5 años. L, una compañera de trabajo, 10. Creo que ya hemos elevado la media bastante. ¿Cuándo encontré lo que he venido a buscar? Porque ahora en serio, aparte de que Londres me encanta, yo vine a buscar al hombre de mi vida, tiene que estar aquí, pero no sé dónde se esconde. Claro que trabajando cerca de Heathrow, no ya en el aeropuerto, si no en una oficina en la que no hay nada alrededor más que un McDonald's y una gasolinera donde los empleados están a punto de llamarme por mi nombre, ¿cómo lo voy a encontrar?

Estoy buscando trabajo. No tiene que ver con lo de buscar a mi hombre, pero la verdad es que es un puntito más a favor de dejar esa oficina con ese ambiente de autodestrucción...

¿Dónde te escondes?

500 días juntos

A falta de unos 20 minutos para el final, me confieso fan de esta película. Me he sentido tan identificada... Petrarca, ¡a por ella!